“¿Qué gana Aguilar?”
Aguilar de Campoó
alcanza la segunda plaza en importancia poblacional en la provincia de Palencia
únicamente por detrás de la capital y arrebatando dicha plaza a Guardo.
El interrogante titular
que corona esta noticia viene dado no por ser pesimistas sino por anticiparnos
a los triunfalismos que puedan surgir.
Como otras
victorias recientes, en el panorama estatal, el ascenso de Aguilar en el
ranquin poblacional provincial no es debido al crecimiento de la villa
galletera, solo de 5 habitantes, sino de la caída libre de Guardo, más de 70
habitantes perdidos.
Debemos plantearnos
si el bajo crecimiento de Aguilar, que venimos observando los últimos cinco
años, es suficiente para poder contrarrestar la bajada de toda la provincia. Y es
más, Aguilar como cabecera de comarca ha de ver más allá y atender a la bajada
significativa y constante de todos los municipios de su entorno, sean de la
propia provincia o de las vecinas (Burgos y Cantabria).
Si con la fuerte
inversión en infraestructuras y eventos culturales con las que ha contado
Aguilar de Campoo no conseguimos remontar la población perdida desde la venta
de la tan añorada Fontaneda debemos plantearnos lo que estamos haciendo mal y
no dejarnos obnubilar por victorias que no son tal sino derrotas de quienes además
no son nuestros contrarios.
La alternativa:
La comarcalización es
una división administrativa de futuro más que real, una alternativa a las diputaciones
provinciales y una descentralización de la administración autonómica. Puede dar
más control a los ayuntamientos sobre sí mismos para poder acercar el poder de
decisión a los ciudadanos para entre otras cosas frenar la despoblación
sangrante sufrida con creces en las provincias de Castilla y León.
Si bien las
comarcas hoy en día solo son una idea debemos pensar ya como tales y no sacar
pecho panzón frente a nuestros vecinos. Sangrándoles y creando rivalidades
absurdas solo conseguiremos quedarnos solos frente a quien desea hacer del
norte palentino y su entorno una zona de desecho y poder así trasladar todos aquellos
proyectos que no se quieran en otras zonas o bien especular con macro proyectos
inviables de marcado carácter caciquil.
Tengamos una visión
del conjunto de la situación, analicemos las propuestas (todas las propuestas),
los datos no intentemos tergiversarles y en definitiva veamos más allá de
nuestras propias narices.
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