Intervención de José León, 
Secretario General de la UJCE, 
en la Fiesta del PCE 2011

Camaradas, amigas, compañero muy buenas noches. En primer lugar agradecer a la dirección de la Fiesta y sobre todo a los y las camaradas que a través de su valiosísimo trabajo voluntario hacen posible cada año este, el mayor evento político que realizan  los comunistas de este país; y también trasladarlos a todos y todas los asistentes a este Fiesta un cordial y fraternal saludo en nombre de la Unión de Juventudes Comunistas de España.
Hace aproximadamente 90 años y un par de meses, siete jóvenes,  fueron mandatados por el CC del recién unificado Partido Comunista de España, a articular la fundación de la Unión de Juventudes Comunista de España en un contexto especialmente complejo.
La UJCE camaradas, como tantos otros proyectos de construcción revolucionaria casi imposibles, echó a andar con apenas unas decenas de miembros.
Hoy, 90 años después, orgullosos de nuestra historia nos reafirmamos en la misma necesidad de que existan militantes comunistas, de que exista un Partido que los organice hacia la revolución, porque mientras exista la explotación del hombre por el hombre, el patriarcado o el fascismo seguirán siempre, siempre habiendo comunistas que se organicen y los combatan.
Especialmente en este contexto político, los y las comunistas reivindicamos nuestra gloriosa historia, y apelamos al sentido de militar en la organización protagónica de la lucha contra el franquismo, el sentido de militar en el Partido de Dolores, en el Partido de Dinamitera, de José Díaz, de Marcelino Camacho  y de tantos héroes y heroinas que dieron su vida en el sentido más amplio por las ideas que encarna nuestro Partido.
Y que conste que no los y las reivindicamos como una rémora histórica, no como un acto de nostalgia, si no como un ejercicio de aprendizaje, un ejercicio de justicia histórica, de memoria.
Esta edición de la fiesta, insertada en el epicentro de la mayor  de las crisis cíclicas de la civilización capitalista, y en una coyuntura política de agudizada y sostenida movilización social en España; tiene que convertirse en un punto de inflexión del imprescindible proceso de confluencia de las distintas luchas parciales y sectoriales  que se dan en nuestro país.
Es nuestra responsabilidad generar las condiciones para la convergencia política de los movimientos sociales más dinámicos y combativos, del movimiento 15M, del movimiento estudiantil, del movimiento sindical y obrero.
Porque solo una respuesta colectiva, unificada, unitaria, feminista, de clase, podrá parar la más dura ofensiva capitalista en nuestro país, en Europa y también en el mundo.  Solo la más amplia unidad política, social y sindical será útil para las mayorías, frente a los devastadores y despiadados ataques de las oligarquías y las transnacionales.
Y no os engaño ni nos engañemos, no va a ser este trabajo el de un par de días, no va ser sencillo y tampoco va a estar exento de variadas contradicciones, pero eso sí, se constituye como una imperiosa necesidad política, una misión histórica para los y las comunistas, un escenario imprescindible para el que hay que generar las condiciones hacia una nueva huelga general en defensa de los derechos de la clase obrera.
Es por todo esto, que llamamos a entender las próximas movilizaciones, las próximas semanas y meses como un ciclo largo y tendido de combate contra los recortes sociales y laborales, contra el ajuste salarial, contra la precarización general de nuestra condiciones de vida, especialmente las de jóvenes, mujeres y migrantes; contra la constitucionalización de nuestra pérdida de soberanía, contra privatización de nuestra ya degradada educación superior a través de la Estrategia Universidad 2015,  en definitiva, luchar y organizar contra el capitalismo en todas sus fases y en todas sus formas.
Y es que, el conflicto social se dirime entorno a los programas de ajuste estructural en toda Europa. Por un lado, la auténtica reconfiguración del dominio de la oligarquía financiera con el objeto de ampliar aún más el proceso de acumulación de capital, a  costa de los derechos de los trabajadores que tanta sangre costaron a tantos y tantas camaradas y sindicalistas.
Frente a esto, proponemos una alternativa social, una contraofensiva de clase, una alianza política de amplio alcance, que abra un proceso constituyente hacia la República, hacia la democracia participativa, hacia el socialismo.
Y no quiero terminar esta intervención, sin reiterar en estos momentos complejos nuestro firme apoyo al presidente Hugo Chávez, a la Venezuela bolivariana, al proceso de transformaciones sociales que vive el país desde hace más de una década; y por supuesto a la República de Cuba, porque a pesar de lo que vaticinan oportunistas varios y los ya clásicos enterradores de la ultraizquierda, en Cuba hubo, hay y habrá socialismo.
Y también brindar nuestro apoyo político y nuestra más profunda solidaridad, al pueblo libio acosado por la barbarie imperialista, al pueblo Palestino que se juega su futuro en los próximos días, al estudiantado Chileno, a la combativa clase trabajadora griega, y a tantos otros pueblos de Europa y el mundo en pie de guerra por la conquista de sus derechos.
También quiero, queremos enviar un abrazo al pueblo saharaui, al que tendremos la oportunidad de brindar nuestra solidaridad el próximo diciembre, a través de una brigada internacionalista de la Federación Mundial de la Juventud Democrática que organizaremos desde la UJCE.
Camaradas, 90 años después seguimos bien armados  de razones para que seguir levantado la bandera de nuestro Partido y sus juventudes, y para decir  ¡¡ 90 años de lucha comunista y los que hagan falta hasta la victoria!!, porque eso sí camaradas, en este año que también es el de la conmemoración del 80º aniversario de la Segunda República decimos, que sólo resistir no es vencer, y que nosotras, la histórica Juventud Comunista sólo aspiramos, sólo concebimos la victoria.
Y ya para ir terminando camaradas, me vas a permitir la licencia de leeros un poema de Bertold Brecht, que entiendo es de absoluta vigencia:

“Con paso firme se pasea hoy la injusticia.
Los opresores se disponen a dominar otros diez mil años más. La violencia garantiza: "Todo seguirá igual." No se oye otra voz que la de los dominadores, y en el mercado grita la explotación: "Ahora es cuando empiezo." Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora: "Jamás se logrará lo que queremos." Quien aún esté vivo no diga "jamás". Lo firme no es firme. Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que dominan,
hablarán los dominados. ¿Quién puede atreverse a decir "jamás"? ¿De quién depende que siga la opresión? De nosotros. ¿De quién que se acabe? De nosotros también. ¡Que se levante aquel que está abatido! ¡Aquel que está perdido, que combata!
¿Quién podrá contener al que conoce su condición?
Pues los vencidos de hoy somos los vencedores de mañana y el jamás se convierte en hoy mismo”

Camaradas, compañeras, amigas,
¡Viva la Fiesta la Fiesta del PCE!
¡Viva la Juventud Comunista!
¡Viva el Partido Comunista de España!

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